El desnudo femenino en la prehistoria

LA PREHISTORIA

El desnudo artístico es una forma de arte cuya invención, algunos, atribuyen a los antiguos griegos allá por el siglo V a.C. quizás porque imputan a las representaciones tan sólo un valor estético.

Sin embargo, hay numerosos testimonios que evidencian el uso del cuerpo humano desnudo tanto en pintura como en escultura desde las más antiguas manifestaciones culturales.

La muestra más antigua encontrada hasta la fecha, se halló en el año 2008 en una de las cuevas de Hohle Fels cerca de la localidad de Schlklingen en el estado de Baden-Wurtemberg, Alemania.

Se trata de una pequeña estatuilla de unos 6 cm de alto, 3,5 de ancho y un peso de 33 gramos, realizada en marfil de mamut. Como sucede con este tipo de representaciones femeninas, tradicionalmente llamadas Venus los atributos sexuales se hallan extraordinariamente marcados, tanto los senos como la vulva. El resto del cuerpo, cabeza, brazos piernas, están sugeridos someramente.

Venus de Hohle Fels, Museo de Blaubeuren, Alemania

El hallazgo de esta figurilla reabrió el debate acerca de las motivaciones de su realización. Y es que las interpretaciones son casi tantas como figuras halladas. A continuación un resumen de ellas:

• Muñecas o figurillas que se usaban como juego o a modo de intercambio.
• Símbolos eróticos del ideal de belleza paleolítico de uso exclusivo masculino.
• Autorretratos realizados para las mujeres.
• Prendas de una unión “matrimonial” sin importar la identidad, de ahí la falta generalizada de rostro.
•  Encarnación de una diosa de la fertilidad.
• Representación de la función reproductora de la mujer como símbolo de la pervivencia de la especie.

Estas son tan sólo algunas de las interpretaciones. Recientemente, antropólogos de la Victoria University of Wellington, Nueva Zelanda, publicaron un estudio en el que argumentan que las figuras corpulentas simbolizaban la esperanza de una comunidad bien alimentada.

Al margen de la controversia parece acertado citar la frase del propio descubridor de esta estatuilla, el arqueólogo Nicholas Conard, que señaló para indicar lo complicado de hacer conjeturas sobre las razones de la construcción de estas figuras femeninas: “yo no estuve allí hace 40.000 años”.

Lo que es indudable es que todas estas imágenes tienen en común el realce, desproporcionado la mayoría de las veces, de los atributos relacionados con la sexualidad, la procreación y con el propio género (genitales, senos y caderas), la falta de rostro, y en su mayoría el desprecio por la representación del resto del cuerpo o incluso la inexistencia del resto miembros como brazos y piernas.

Venus de Dolnì Vestonicè

Venus de Willendorf

Venus de Lespugue

Venus de Laussel

Más adelante la figura de mujer se estiliza y forma parte de representaciones de la vida, como danzas, escenas de caza, agrarias, etc.

Abrigo de la Roca de los Moros, El Cogul, Lérida

Solo reseñar a modo de apéndice que la representación prehistórica de la mujer no es sólo naturalista como en el caso de las venus sino también simbólica, sirva como muestra las pinturas rupestres del Camarín de las Vulvas en la cueva de Tito Bustillo, representaciones de genitales femeninos que se repiten en prácticamente todas las cuevas con arte parietal.

Vulva del Camarín de las Vulvas, Tito Bustillo, Asturias

Camarín de las Vulvas